miércoles, 2 de septiembre de 2009

El Miguelón prometido

Tu primer beso, tu primer amor, tu primera vez, tu primer Miguelón invitado por El Fuchis, ¡Siiiiiiiiiiiiiiiii!, llegó, por fin, después de 6 meses de espera, después de tanto rezarle a Santa Rosita, y de haberle mandado sus cartas vía correo electrónico al pozo de los deseos, El Fuchis se haría una con la collera del barrio, los llevaría comer y correría con todos los gastos, la cita era a las 08:00 de la noche, en la esquina de siempre, bien cambiaditos, peinaditos y talqueados, Dagoberto, Welter y Francisco esperaban que El Fuchis saliese de su casa, al salir El Fuchis, Welter le dijo a Dagoberto “¿Como que no?, hay esta mi Fuchis carajo, yo siempre creí en el”, y es que ellos tuvieron fe, y como decía Dagoberto, “Solo los hombres de buena fe, entraran al reino del “Miguelón prometido”, pero una vez afuera El Fuchis se percató de algo, Julia no estaba, ¿Dónde esta Julia? le preguntó a Dagoberto “Ya viene esta jugando voley” respondió, mientras esperaban El Fuchis compró una cajita de cigarros, y fumando ansioso por la llegada de Julia, la esperó, pero….Julia no llegaba, ya casi eran las 09:00 de la noche y de Julia no se sabia nada, en esos momentos, El Fuchis vio que una chica vestida de negro venia corriendo a gran velocidad ¿Gatubela? se preguntó, pero no era Julia, quien al verlo gritó “Yeeeeee” mientras los demás se reían de verla toda agitada, había corrido largas cuadras para llegar a tiempo a tan magno acontecimiento, “Fuchis me baño y salgo al toque”, El Fuchis solo movió la cabeza en señal aprobatoria y nuevamente empezó a correr con rumbo hacia la casa de Dagoberto, minutos después Julia retorno y se dispusieron a esperar el autobús que los llevaría, a Babilonia, a Jerusalén, a Zion, en fin al “Miguelón prometido”.

Una vez en el autobús, la cobradora se acercó a pedir los pasajes, cuando los chicos, se disponían a pagar su pasaje, El Fuchis, les dijo, “Hay no mas muchachos, yo mismo soy”, el cielo se ilumino, El Fuchis sacó su billetera Billabong, la cual le había regalado Julia en su cumpleaños, y tomó un billete de S/. 10. 00 nuevos soles, “Toma cóbrate el pasaje de todos los de atrás, ellos vienen conmigo”, Putamadre El Fuchis se sentía como el Padrino, los chicos hacían barras, oles y olas, la cobradora se fue a su puerta, y no le dio el vuelto al Fuchis, ¿Esta cojuda? se preguntaba El Fuchis ¿Y mi vuelto?, Julia le dijo al Fuchis que reclamara su vuelto, pero El Fuchis le respondió tranquilo y pausado, “Déjala no mas, si no me da el vuelto, le quemo el autobús, por que ella no tuvo fe”.
Al llegar al Miguelón, se ubicaron en el segundo piso, mientras cantaban “Nunca tuvimos, la oportunidad, ahora tenemos, la oportunidad…” canción que se hizo conocida, en un spot político de Alberto Fujimori, ex presidente del Perú, ahora preso por cojudo, si por cojudo, quien lo mandó a refugiarse en Chile, si en Japón donde estaba anteriormente, la estaba haciendo de puta madre, en fin, una vez en el segundo piso del Miguelón, los chicos juntaron dos mesas, como si fueran a comer un banquete, la mesera (Muy simpática, debo decir), les dio la carta, pero era por gusto, ellos habían ido a deleitarse degustando el famoso “Miguelón al plato”, que es el potaje mas caro del restaurante, pero también el mas generoso, Welter lo pidió, Julia lo pidió, Dagoberto y El Fuchis también, sin embrago, Francisco se pidió solo dos hamburguesas de pollo deshilachado, El Fuchis pidió también una gaseosa de tres litros, en el Miguelón se paga por adelantado, así que al momento de cancelar los casi S/. 80. 00 nuevos soles que sumaba la cuenta, fue inmortalizado por el celular de Dagoberto entre vivas, aplausos y ovaciones de los chicos, ante la mirada de la gente que no comprendía un carajo de lo que estaba ocurriendo y la agradable sonrisa de la mesera, mientras esperaban El Fuchis se echaba aire para apaciguar lo rojo de su rostro producto de la vergüenza, mientras comentaban lo sorprendidos que se sentían de estar disfrutando del “Miguelón prometido”.

Una vez que llegaron los pedidos, El Fuchis procedió a tomar el Ketchup, crema que le encanta, mientras que los chicos se tomaban de las manos, dispuestos a rendir una oración de agradecimiento, El Fuchis estaba con la cabeza abajo y no se había percatado de la payasada de sus amigos quienes tomaron su mano, y hacían como si estaban rezando, El Fuchis se percató de lo que sucedía y gritó “Ya carajo coman y no jodan”, mientras se volvía a poner rojo, ante la risa de sus amigos, luego de unos minutos, los platos estaban vacíos, en ellos parecía que nunca hubiese habido alimento alguno, se habían comido hasta la servilletita donde venían los cubiertos, terminaron, conversaron y rieron un poco, para luego bajar y caminar, por San Miguel hasta tomar el taxi de regreso a casa, estaban muy llenos, caminaron, según Julia era una caminata en penitencia por que se les había concedido el “milagro” al escuchar eso Francisco se puso de rodillas diciendo “ No pues Julia la penitencia es de rodillas” mientas caminaba cerca de 10 metros de rodillas, ante la risa de los muchachos, y la mirada intrigada de la gente que se preguntaba “¿Y a este huevon que le pasó?”, todo fue risas hasta llegar a la Av. Escardo, tomaron el taxi de retorno al barrio, en donde al llegar Julia abrazo fuertemente al Fuchis y le dijo “Gracias Fuchis ahora si que te pasaste”, le siguió Francisco y Welter, El Fuchis estaba contento, pero y ¿Dónde esta Dagoberto? se preguntó, al voltear a buscarlo, se dio cuenta que este venia con tres botellas de cerveza heladitas, y bueno es que esta fecha es digna de celebración ¿no?, se tomaron cerca de una caja y media de cerveza, El Fuchis es de cabeza frágil, el alcohol le trepa muy rápido, aunque no se pone malcriado, se pone muy gracioso, pero bueno, casi a las 04:00 de la mañana ya victimas del cansancio El Fuchis y sus amigos retornaron a sus casas, con una sonrisa, de oreja a oreja, ni el Guasón, tenia tal sonrisa, el milagro se había producido, “El Miguelón Prometido” había llegado, la promesa se había cumplido y El Fuchis estaba cambiando.

Arturo.

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