miércoles, 16 de septiembre de 2009

Mis razones para odiarte

Te odio!...por tener que levantarme en las mañanas, por la simple razón de saber que no te veré, que no sabré de ti, por saber, que tu amaneces muy bien, sabiéndote amada, amada por mi, aunque no lo hagas.

¡Te odio!...por tu sonrisa, aquella que un día me cautivó, dejándome mudo, por esa sonrisa que me hizo temblar de miedo, al saber que no la vería mas, por esa sonrisa que curó mis penas y me hizo de nuevo creer en ti.

¡Te odio!...por tu dulce voz, esa voz que alegraba mis noches, de la que soy adicto…gracias a Dios, por la que espero ansioso en mi cuarto, por la que me desvivo en una vida cansada de vivir.

¡Te odio!...por tu mirada, por esa diáfana mirada tuya, que traspasaba la carne y desnudaba mi alma, por tus ojos que son los ojos de la felicidad, aquellos que miraron el mar, y el atardecer conmigo y aquellos que me vieron destruido la noche de tu partida.

¡Te odio!...por tu aroma, aroma que impregnaste en mi cuerpo, aroma que se quedó plasmado en mis ropas, las cuales huelo desesperado, para creer que aun estas aquí.

¡Te odio!...por silencio, silencios que debiste destruir, cuando hacia falta, silencio que sentencio la despedida, silencio que rogaba que rompieras, para dejar de romperme a mi.

¡Te odio!...por que te extraño, extraño decirte cuanto te quiero, aunque yo te haya pedido que no lo digas, aunque te haya pedido que no me extrañes, aunque lo extraño sea que lo vuelvas a decir.

¡Te odio!....por la distancia, distancia que nos separa y nos ataca, distancia que es difícil de abatir, distancia que un día no me importaba, pero que ahora me hace sufrir.

¡Te odio…por que se que hay alguien rondando tu vida, el fantasma que un día te alejó de mi, el fantasma que sabes, es tu fantasma, el que un día hará que tu seas feliz.

¡Te odio!...por que te envidio, envidio saber que te sabes amada, envidio saber que un fantasma te ronda, envidio saber que su presencia te perturba, y que no te perturba el estar conmigo.

¡Te odio!..por que puedes volar con tan solo cerrar los ojos, por que vives aun llena de ilusión, por que mi voluntad no comprende de utopías, por que mi corazón ya no tiene tu fe.

¡Te odio!...por esa tarde y por esa laguna, donde mataste a la madre de mis sonrisas, donde naufragó la nave de mi esperanza, donde se ahogo la cuna de tu pureza.

¡Te odio!...por juzgar acciones justificadas, por no comprender las nubes en mi cabeza, por sentirte temerosa y asustada, por no besarme cuando debiste, por ese abrazo que no me diste, y que cambiaste por tu mirada, por ese “Tonto” que me dijiste, por ese tonto al que tu matabas.

¡Te odio!...por la llamada de aquel catorce, por que en verdad me alegró verte, logré concerté, y entretenerte, acurrucarme en tu dulzura, entregarte el alma como un baobad, que hoy se cierra, en su amargura.

¡Te odio!...por que ya nada es como antes, por que ahora vivo en hipocresías, recuerdo que un día me dijiste que no eras tu a quien merecía, si no merezco que estés conmigo, ¿Qué me merezco en esta vida?.

Es por eso que te odio…porque no puedo dejar de amarte, porque en las noches tomo el peluche que un día de Mayo me regalaste, lo aprieto fuerte contra mi pecho, para en su aroma poder sentirte, y en silencio, callado hablarte, por que te extraño como a mas nadie, por que no me perdono el haberte dejado ir, pero si es mi destino el estar solo, quiero estar solo y pensando en ti, quiero pensar que un día fui tuyo y que tu vida fue para mi, quiero sentirme al lado tuyo, aunque tu nunca mas estarás aquí.


Para mi marciana favorita….

Arturo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario