lunes, 7 de septiembre de 2009

La Pana del Fuchis

Una noche en casa El Fuchis le dijo a Esther su ex pareja y madre de Andrea, “Chiquita, ¿Vamos a Plaza Vea a comprar las cosas para la casa?” “Ya pues gordito, vamos” respondió ella, y se dispusieron a ir al Centro Comercial mencionado a realizar las compras para la semana, al llegar El Fuchis tomó un carrito y se dispuso a tomar los viáticos para su casa, llenó un coche completo, El Fuchis tenia la costumbre de comprar una botella de vino para disfrutarlo con Esther los Sábados en la noche, o en una ocasión especial, bien ganador El Fuchis se dispuso a ir a la caja para cancelar las cosas que había adquirido, y en la cola se encontró con Camila, una compañera de colegio que en su adolescencia traía loco al Fuchis, estaba igualita, figura delgada, la cara de niña la cual lo cautivo en su etapa escolar, pero vestía muy mal, y se le veía algo “trajinada”, tenia solo una canasta pequeña, El Fuchis la saludó y mientras esperaban la gran cola para pagar iniciaron una charla, “Oye flaca ¿que ha sido de tu vida?” preguntó el Fuchis, “Hay pues loquito, sobreviviendo, te cuento que me casé, pero el huevas de mi marido es un vago de miércoles, no se hace una en la casa, mira, con las justas me he conseguido para comer yo y mi hija, voy a preparar un lomito al jugo no mas para esta noche”

El Fuchis sacó pecho, el tenia el carrito repleto de cosas, y la botella de vino en la mano, “Asu Fuchis, vinito estas llevando, ¿que iras a celebrar? Preguntó Camila, “Nada es un vinito para empezar el Sábado pues, tu sabes, para festejar con mi negrita”, la cola seguía avanzando, y El Fuchis no pudo, evitar coquetear con ella “Flaca, ¿ósea que no pasa nada con tu marido? Preguntó en tono seductor, “No cholo no pasa nada con ese huevas” respondió ella, “Sin embargo a ti te veo bien” agregó, El Fuchis estaba bien panudo “Bueno flaca se hace lo que se puede, pues…Osea que ¿se te puede invitar a salir?” preguntó El Fuchis, “A Salir y a mas” dijo Camila, guiñando un ojo al Fuchis, aprovechando que Esther estaba de espaldas, El Fuchis puso su mano debajo de la cintura de Camila y tocó el trasero de Camila, aprovechando la distracción de Esther, ella sonrío, en ese momento, la cajera le dio luz verde al Fuchis para que cancelé sus cosas, El Fuchis tomó su billetera y sacó su DNI y su Tarjeta de Crédito, la cajera pasó uno por uno cada producto para sacar la cuenta del total, Esther estaba distraída, poniendo en bolsas los productos que El Fuchis había adquirido, mientras que este seguía tocando el cuerpo de Camila, sin vergüenza alguna, y le dijo “Déjame pagar lo que estas llevando, ya después me lo pagaras”, mientras le daba su teléfono en un papel que había tomado de la caja”, una vez que la cajera pasó todos los productos por el detector de códigos le dio el total al Fuchis, la suma de S/. 389. 96 nuevos soles, causo la risa del Fuchis “¿Nada mas?” preguntó, “No señor eso es todo”, “Bueno, ya tienes mi tarjeta, prográmalos en 4 cuotas por favor”, la cajera pasó la tarjeta, “Señor esta tarjeta no tiene crédito”, El Fuchis se rió, “bueno entonces toma esta”, y le dio otra tarjeta “Señor esta tampoco tiene saldo”, “jajaja, que raro, a ver, a ver, toma esta, esta si debe tener, jajaja son errores del sistema” le dijo El Fuchis a Camila, quien iba cambiando el rostro de seductora a molesta, “Señor esta tampoco tiene saldo, ¿No tiene efectivo?, la gente que estaba en a cola, comenzó a gritar “Ya pues gilerito, apúrate o ¿no tienes para pagar?, que roche amigo”.

El Fuchis replicó, pero señorita si yo ya cancele mis tarjetas ayer, “¿Esta seguro?”, preguntó la cajera, “Claro que si, mi señora ya cancelo ayer las tarjetas, ¿Verdad chiquita?” Esther lo miró con rostro de miedo, “No gordito, aun no he pagado nada por que me vino a buscar Elisa y nos fuimos a ver zapatos”, El Fuchis no sabia donde poner la cara, solo atinó a voltear a ver a Camila, esta sin reparos le propino una bofetada al Fuchis que tan fuerte que le dejó las huellas de los dedos en el rostro, Esther saltó a defender al Fuchis, “Oye ¿por que le pegas a mi marido?” “Tu marido es un pendejo de mi…. sabes lo que me ha estado haciendo?”, contándole todo lo ocurrido, Esther volteó hacia El Fuchis el cual rogaba que lo trague la tierra y le comenzó a gritar, “Para eso me traes, carajo, para hacerme pasar estas vergüenzas, razón tenia mi madre de ti, eres un bueno para nada” El Fuchis solo atinó a salir corriendo del Centro Comercial, entre la risa de la gente y las mentadas de madre de Camila y Esther, Esther corrió detrás de el, y durante su caminar por toda la Av. Sáenz Peña insultó al Fuchis, el cual solo se reía, tomándose la cabeza con las manos, prendió un cigarro, abrazó a Esther y le dijo “Puta negra eres la cagada, ¿Por qué no pagaste las tarjetas?” “Cállate ya!!” le dijo ella, “Harta me tienes”, para por fin dejarlo solo, riéndose de la vergüenza que había pasado, El Fuchis hizo un alto en la Av. Saloom con el Jr. Colon, compró una botella de Pisco de mala muerte y una caja de cigarros, se la tomó, se fumó los cigarros, para regresar a su casa ebrio, apestando a mal trago, y dormir en la sala, con su suegro que también había venido ebrio a casa, esa es la pana del Fuchis, pana de nada, pana ficticia, pana que ha perdido, pero que recuerda con humor, como una mas del Fuchis, una historia mas que contar, y que hoy comparto con ustedes.

Arturo.

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