lunes, 14 de marzo de 2011

Los cuentos...de mierda

¿Alguna vez se han parado a pensar en el tipo de cuentos que nos cuentan de chibolos?, aguanta, pero lo más curioso es que nos los cuentan para dormir... ¿Cómo chucha vamos a dormir con la cantidad de barbaridades que suceden en los cuentos?, puta espejos que hablan, asesinos en serie, ranas que se convierten en hombres, ¡Ta’ huevon!... puta a mi me los contaban y me quedaba con los ojos como plato, pegadazo con el miedo.

Si creen que miento, pues analicemos un cuento cualquiera, por ejemplo el de La caperucita roja, el cuento empieza diciendo que a Caperucita la llamaban así porque siempre iba con la misma caperuza puesta... ¡Que chibola para mas cochina carajo, apuesto que ni el calzón se cambiaba!, hay que ver lo sucios que eran en los cuentos, los protagonistas no se cambiaban nunca, pero en ninguno, alucinen a la Bella Durmiente, años jateando como loca, y nunca se cambio de vestido, todo pedorreado con baba seca, ¡Huácala!!, o a Blanca Nieves, que vivía en el bosque, con 7 enanos que trabajaban en construcción civil, rodeada de animales, alucinas como apestaría la mujer, toda sudada, orinando en un hueco, apestando a berrinche, menos mal que los cuentos no huelen...si no estaríamos cagados

Pero mejor sigamos, que se me va la inspiración, luego, esta la abuela de Caperucita que estaba en medio del bosque, enferma y sola. ¿Qué chucha pensaba la madre de Caperucita? "¡Ahhhhh que se joda!" y la muy hija de puta en vez de mandarle un médico, ¿Qué le manda?, le manda un pastel... ¡Quiere matarla!, la quiere cagar con el azúcar o el colesterol y es que a esa edad ya uno debe cuidarse, pero nooooo…....es que la vieja de Caperucita era una psicópata, una loca, una enfermaza, porque sabiendo que hay un lobo en el bosque, le dice a su hija: “Caperucita, llévale TU el pastel a la abuelita que a mi me da flojera, tu sabes con mis varices y mi espolón…”, ¡¡Mentirosa de mierda!!, manda a la criatura, y para concha, ¡Vestida de rojo!, para que se le vea bien de lejos... eso sí, para disimular, le dice que si se encuentra con el lobo, no le hable, puta que pendeja, ahora falta que al lobo encima le caiga antipática la niña...

Es que los padres de los cuentos ¡Eran unas bestias! ¿Se acuerdan de los viejos de Pulgarcito, que abandonan a sus hijos en el bosque? ¡Pobres criaturas!, puta menos mal que Pulgarcito fue dejando pancito tirado y encontró el camino de vuelta, claro esta, por eso los niños llevan siempre cojudeces en los bolsillos y no paran de coger cosas del suelo...

-Hijito, ¿Quieres dejar de meter porquerías en tus bolsillos?

Y el niño piensa: "Sí, cojuda, luego te desapareces, y cómo mierda vuelvo a casa..."

Pero sigamos con Caperucita, que, además de ser una cochina de mierda, estaba más rayada... por que va por el bosque, se encuentra con el lobo y ella como las huevas... es que la gente en los cuentos no se inmutaba por nada, a Cenicienta se le aparece un hada con un cono de helado en la cabeza, le convierte un zapallo en carroza, las cucarachas en gringazos zapatones y ella dice:

- ¡Ah, ya!

Y luego, el hada la manda a la fiesta pero antes, le mete la pinga:

- ¡A las doce te quiero en casa!

¡¡Pero no seas pendeja!!, ¿qué clase de encantamiento es éste? "A las doce te quiero en casa", mas parece un encantamiento de madre, para mi que Cenicienta le dijo:

- ¡Puta, hada madrina, pero mis amigas se quitan a la una pues!

Eso porque era una niña de antes... pero a ver díselo a una chibola matrera de ahora para que veas lo que te contesta:

- ¿Qué cosa?, ¡Ya te cagaste ya! Ahora vengo 5 para las cuatro y te cago el cuento

Bueno, bueno, sigo con Caperucita. ¡Y ya no me distraigan, que así no termino nunca!, habíamos dejado a Caperucita con el lobo... Puta y vaya numerito de mierda que monta el lobo para comérsela, porque se la pudo zampar de un solo bocado en el bosque, pero no, el quería figurar, así que la manda por el camino más largo, se come a la abuela, se pone su ropa... aunque yo creo que lo que quería era vestirse de abuelita, para mí que el lobo no era tan feroz como lo pintan, y tenia su lado gay... porque en el cuento de las siete ovejitas también se pinta las patas de blanco para parecer una cabra... ¡Cabrazo!, total, ¿Era el lobo o la Tigresa del Oriente?

La cosa es que cuando Caperucita llega a la casa se encuentra al lobo en la cama, pero… ¿Cómo pudo confundir al lobo con su abuelita? ¿Tanto pelo tenía la abuela?, el caso es que el lobo se come a Caperucita, pero por las huevas es, porque llega un leñador, lo mata y le abre las tripas, allí salen las dos…chepi bolas… vamos a reflexionar un momento sobre esto, porque hay un detalle sobre el que siempre se ha pasado sutilmente, de la barriga salen las dos, la nieta con la caperuza, pero... ¡La abuela está calata!, claro, peladita, porque la ropa la llevaba puesta el lobo...encima salen de las tripas, envueltas en una maza de caca, otros animales, y mil huevadas que se debe haber tragado antes, ¿Y los niños ven esto?, puta la escenita es fuerte, ¿verdad?

En fin, gente estos cuentos son la base de nuestra educación y todos nos hemos criado escuchándolos... por eso no me extraña que estemos como estamos.

Arturo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario