Saben es increíble lo rápido que encuentran el amor los adolescentes, puta salen dos días y ya se aman. “Te amo” “Yo también” “¿Sabes que hoy se cumplen dos días desde que nos conocimos y nos hicimos novios?” “¿Dos días? No me había dado cuenta” “¿No te habías dado cuenta? ¡Te olvidaste de nuestro aniversario! ¡Te odio, mierda!” “Ándate a la mierda chola chupa cuete”
Porque es así. Cuando una relación termina o se quiebra (¿No es lo mismo? No, a veces no) siempre pasamos de amarnos a jodernos, pero a jodernos mal y decirnos todas esas cosas que nos molesta o no nos gusta del otro como si nosotros fuésemos perfectos.
¿Qué seria de las relaciones si todos dijéramos lo que realmente pensamos? ¿Cuánto duraría una cita a ciegas? Unos seis o siete segundos, aproximadamente. El hombre y la mujer se encontrarían y dirían: “Hola, puta que eres horrible” “Si, y a ti te apesta la boca a ojete” “Bueno, nos vemos” “Chau”
Es increíble lo que tardan los hombres y las mujeres en vestirse bien para el otro cuando el otro lo último que mira es la ropa.
La mayoría de las parejas adolescentes hoy en día se conocen en el instituto y en discotecas y se inventan nombres y trabajos para que el otro se sorprenda y no sepan que en realidad el otro no hace nada. Inventamos trabajos que no existen “Sí, puta alucina que soy el gerente supervisor general de la empresa” ¿Por qué? Porque a las mujeres les interesa en que trabaja el hombre, que marca de ropa usa, a donde suele ir, que amigos tiene, cuantos amigos tiene, cuantos de ellos están buenos, que amigas tiene, cuantas amigas tiene, cuantas de ellas están buenas, etc. ¿Y al hombre? Al hombre no. Al hombre sólo le interesa la mujer. La mujer le puede decir “Sí, trabajo en Sedapal. Soy la que lava las mangueras con mierda de los desagües” y el pata le va a responder “Ah si. Que bueno. Eso me excita” ¡¿Cómo te va a excitar que una mujer agarre caca?!, ¡¡No seas huevon pues!!
Y además, no sé porque empiezan mintiendo. Las relaciones no se empiezan con mentiras. Se terminan con mentiras, pero no se empiezan con mentiras.
El noviazgo adolescente está compuesto por dos personas con puestos y con relaciones descompuestas, siempre sospechamos de la infidelidad del otro mientras nosotros la hacemos cachuda con cuarenta. “Ah no ¡Me saco la vuelta la muy puta” “Pero gordo, tu le sacas la vuelta conmigo” “No, sí, pero esto es diferente” ¡¿Diferente?! Sí, claro.
Además pensamos que la educación sexual es dar las gracias después de tener sexo.
Las chicas adolescentes están cada vez más locas, cada vez más provocativas, y aun así se quejan cuando los hombres les gritan cosas en la calle, pero no se hacen cargo de la motivación que ellas provocan. O sea, salen con un tremendo escote enseñando todas las tetazas, que hasta a los niños les llama la atención. “Papá, quiero esos dos globos” “Yo también, hijo, yo también”
Arturo.
Porque es así. Cuando una relación termina o se quiebra (¿No es lo mismo? No, a veces no) siempre pasamos de amarnos a jodernos, pero a jodernos mal y decirnos todas esas cosas que nos molesta o no nos gusta del otro como si nosotros fuésemos perfectos.
¿Qué seria de las relaciones si todos dijéramos lo que realmente pensamos? ¿Cuánto duraría una cita a ciegas? Unos seis o siete segundos, aproximadamente. El hombre y la mujer se encontrarían y dirían: “Hola, puta que eres horrible” “Si, y a ti te apesta la boca a ojete” “Bueno, nos vemos” “Chau”
Es increíble lo que tardan los hombres y las mujeres en vestirse bien para el otro cuando el otro lo último que mira es la ropa.
La mayoría de las parejas adolescentes hoy en día se conocen en el instituto y en discotecas y se inventan nombres y trabajos para que el otro se sorprenda y no sepan que en realidad el otro no hace nada. Inventamos trabajos que no existen “Sí, puta alucina que soy el gerente supervisor general de la empresa” ¿Por qué? Porque a las mujeres les interesa en que trabaja el hombre, que marca de ropa usa, a donde suele ir, que amigos tiene, cuantos amigos tiene, cuantos de ellos están buenos, que amigas tiene, cuantas amigas tiene, cuantas de ellas están buenas, etc. ¿Y al hombre? Al hombre no. Al hombre sólo le interesa la mujer. La mujer le puede decir “Sí, trabajo en Sedapal. Soy la que lava las mangueras con mierda de los desagües” y el pata le va a responder “Ah si. Que bueno. Eso me excita” ¡¿Cómo te va a excitar que una mujer agarre caca?!, ¡¡No seas huevon pues!!
Y además, no sé porque empiezan mintiendo. Las relaciones no se empiezan con mentiras. Se terminan con mentiras, pero no se empiezan con mentiras.
El noviazgo adolescente está compuesto por dos personas con puestos y con relaciones descompuestas, siempre sospechamos de la infidelidad del otro mientras nosotros la hacemos cachuda con cuarenta. “Ah no ¡Me saco la vuelta la muy puta” “Pero gordo, tu le sacas la vuelta conmigo” “No, sí, pero esto es diferente” ¡¿Diferente?! Sí, claro.
Además pensamos que la educación sexual es dar las gracias después de tener sexo.
Las chicas adolescentes están cada vez más locas, cada vez más provocativas, y aun así se quejan cuando los hombres les gritan cosas en la calle, pero no se hacen cargo de la motivación que ellas provocan. O sea, salen con un tremendo escote enseñando todas las tetazas, que hasta a los niños les llama la atención. “Papá, quiero esos dos globos” “Yo también, hijo, yo también”
Arturo.
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