viernes, 28 de agosto de 2009

Renunciando a un angel llamado Lizeth

Cierta noche, en uno de sus servicios de seguridad en una Dependencia Municipal del Callao, El Fuchis prendió una de las computadoras ubicadas en la plataforma de Atención al Cliente de dicho local, y entro a una pagina de Chat muy conocida, con el afán de encontrar alguien con quien conversar y que haga mas rápido el transcurrir de las horas hasta el amanecer y llegada de su relevo.
Para dicha sesión virtual uso el nickname de “El Comediante” lo cierto es que encontró a un Usuario que respondía al nombre de Lizeth, El Fuchis le envió una rosa virtual con el texto que decía “Para la mas linda de esta sala (de Chat)” a lo cual respondió con un “hola”, luego de minutos de charla en los que El Fuchis se dedicó a contar chistes y hacer bromas (Su especialidad), sintió una química efervescente con dicho usuario quien le dijo “Gracias, me has alegrado el día, no suelo hacerlo, pero te puedo dar mi teléfono de casa (Por que no tenia Celular) y me llamas? Por que se acaba mi tiempo y quiero seguir hablando contigo”, a lo cual El Fuchis accedió.
Al terminar la sesión virtual, El Fuchis espero por un lapso de 15 minutos y algo nervioso llamo al numero 363 – 8321, contestando una señora quien algo dudosa pregunto con un tono enérgico “De parte de quien ah!!” , El Fuchis se identificó y tras dos minutos de preguntas incoherentes por fin sintió la mas dulce voz que había escuchado, a lo cual en su mente menciono “Puta madre esta debe ser bien fea”, por que la experiencia que la vida le había dado al protagonista las chicas con linda voz en el teléfono, le habían resultado muy poco agraciadas de rostro.
Conversaron, rieron, juguetearon por horas, y así fue durante 2 meses, en forma ínter diaria, ya que El Fuchis trabajaba en un turno de 24 horas por 24 horas de descanso, algo así como el turno de la Policía Nacional.
Cuando El Fuchis estaba en su casa, miraba a su mujer y a su hija y aunque disfrutaba estar en casa con su familia, en el nacía una ansiedad insoportable por entrar a trabajar y que llegue la noche para saber de “Su Lizeth” como la llamaba, con el pasar del tiempo, entre las discusiones y decepciones familiares y el trabajo monótono que llevaba, al llegar la noche de un servicio normal, El Fuchis llamo a Lizeth y le preguntó si era posible conocerse, a lo que Lizeth accedió gustosa, seria un Sábado en la tarde.
El Fuchis espero esa tarde, se vistió con su mejor ropa, y partió con rumbo al Ovalo Bolognesi que quedaba en la Av. Sáenz Peña, al llegar El Fuchis recorrió el Ovalo muy nervioso y a la vez ansioso por conocer a la chica que encantaba sus noches, pero otra fue su sorpresa al no acercarse nadie, ni una mirada, ni un “Fuchis!!” nada, sin embrago durante su recorrido por el Ovalo Bolognesi, se percato de la curiosa mirada de dos jovencitas, a lo que pensó “Serán ellas??”. Al no poder despejar su duda, se retiró de la escena y se refugio en casa de su madre.
Al día siguiente Domingo, llamo a Lizeth con la duda de que hacer, si preguntarle ¿Qué paso? O si para llamarle la atención, pero ni bien dijo “Alo” recibió un grito entusiasta que decía “Te conocí, amigo te conocí”, El Fuchis no supo que decir, ya entrando en razón preguntó “Eras tu la chica que estaba abrazada de la otra chica bajita morochita que se estaba riendo?” – “¡¡Si!! Era yo amigo”, le dijo que estaba asustada y nerviosa y que por eso no se había acercado. Lo cierto es que siguieron charlando por casi 6 meses, hasta que un día El Fuchis agobiado por los constantes problemas en casa con su mujer, sus conflictos paternales, la falta de amigos y el problema de su trabajo, olvido llamar una noche a “Su Lizeth”, y luego la noche siguiente, también lo olvido, y así no lo volvió a hacer. Al pasar los meses una Navidad cuando El Fuchis se encontraba de servicio en la Central de Comunicaciones de la Empresa de Seguridad donde trabajaba, decidió marcar un numero 463 – 8321, el numero de Lizeth, contesto una joven, su hermana Gaby quien le indicó que Lizeth no se encontraba, que si deseaba dejara el recado, El Fuchis no dijo mas y cortó.
Desde esa noche no supo mas de Lizeth, El Fuchis siguió con su vida, se separo de la mujer que un día amo, regreso a la deprimente casa de sus padres con su hija Andrea y no volvió a mencionar aquel dulce nombre.

Siendo las 07:30 de la noche El Fuchis prendió su computadora para hacer que mejor sabia hacer, huevear en el enorme mundo virtual en el que se refugiaba, para esto horas antes la Radio Operadora de la Central de Comunicaciones de su trabajo de Nombre Lizeth León lo había invitado a su cumpleaños, reunión a la cual El Fuchis no quería asistir por no estar de humor, es así que a las 08:10 de la noche el teléfono de su casa sonó, contestando su mama Doña Santana, quien lo busco y le comunico al Fuchis que lo llamaba una tal Lizeth, El Fuchis no quiso contestar suponiendo que era su amiga del trabajo para decirle que vaya a la fiesta, le pidió a su mama que dijera que no se encontraba, pero su mama ya había comunicado lo contrario, no le quedo otra que contestar el teléfono. Pero fue tal su sorpresa que al contestar y preguntar quien lo llamaba no sintió la voz de borracha vieja de la Radio Operadora, sino aquella dulce voz que lo encantaba en sus noches de servicio, ¿seria ella?, ¿podría ser posible? Después de 4 años ¿seria ella?, “Alo” dijo temeroso quien es? Pregunto - “Lizeth amigo!” – “¿Lizeth Tapia Sernaque?” preguntó el temeroso, “Si soy yo”, El Fuchis sintió una explosión en su cabeza, mil y una emociones tras saber de nuevo de la chica que se había convertido en un ángel de la guarda para el, lo que había sucedido es que Lizeth había estado limpiando su cuarto, y entre sus cajones, entre papeles viejos y carcomidos por las polillas había encontrado el teléfono de la casa de los padres del Fuchis el cual le había dado por si alguna emergencia emocional se le presentaba, esa noche conversaron por un lapso de 3 horas y colgaron los teléfonos con la promesa de volver a hacerlo al día siguiente.
Durante esa llamada Lizeth le contó que desde que El Fuchis desapareció conoció a un joven llamado Gabino, del cual se enamoró y con el que llevaba 4 años de relación (Tiempo que El Fuchis desapareció), y que se casarían el 23 de Septiembre de dicho año, pero que sin razón alguna tras pedir su mano, el 16 de Agosto de mismo año este termino la relación de manera inexplicable aduciendo que ya no la amaba mas. Dicho rompimiento había sumergido en la mas absoluta miseria a la pobre Lizeth quien encontraría en El Fuchis mas que una mano amiga, una persona que la levantara del suelo en donde se encontraba, es así que entre llamadas, lagrimas y errores injustificables de Lizeth, El Fuchis le pidió que se conocieran un Domingo 14 de Enero, punto de encuentro, la Plaza San Miguel a las 2 de la tarde y así seria.

El Fuchis se vistió de manera casual, sin querer llamar la atención, llego con 15 minutos de anticipación al lugar de la cita, bajó a los baños de dicha Plaza y se mojo el pelo se acicalo y según el estaba guapo, para impresionar a “Su Lizeth”, minutos antes del encuentro fue grata su sorpresa al encontrarse con un tío que había llegado recién de Las Españas y a quien saludo con un fuerte abrazo y una grata sonrisa, Carlos como se llamaba su tío estaba acompañado de su prima Eviar que era una charapita hermosa con un cuerpo que hasta el Papa Benedicto desearía, luego de charlar por un lapso de 5 minutos El Fuchis se despidió de su tío, dispuesto a proseguir a la espera de su “ángel” al caminar dos pasos sintió esa voz tan dulce llamarlo por su nombre “¿Fuchis?, El Fuchis volteó y vio a la chica mas linda y tierna que había conocido jamás, y es que era un ángel, o para el lo era, estaba con un polo verde y jeans, cabello hasta los hombros, ojos rasgados, labios pequeños pero coquetos, y una maravillosa sonrisa que encantaría a mas de un galifardo seductor, el la abrazó con todas sus fuerzas y le dijo lo linda que estaba, caminaron por unos minutos, sin poder creer que se tenían el uno frente al otro, El Fuchis se sentía cohibido entre tanta gente en la Plaza así que le pregunto a Lizeth si quería ir a un sitio menos ruidoso, a las playas de La Punta en el Callao, conociendo la afinidad y el cariño que Lizeth le tenia al mar, ella acepto sin dudar y así emprendieron su camino a la La Punta.
Una vez en La Punta se dirigieron al malecón, el cual estaba cerrado por refacción, así que la llevo a ver las Lagunas de La Punta, se sentaron en una banca de madera y conversaron durante largas horas, en las cuales ella le contó lo de Gabino y la impresión que le había causado todo eso, El Fuchis le pregunto si deseaba cenar y ella dijo que si, se dirigieron a una anticucheria que queda cerca de dicho lugar llamada “Juanita” donde pidió una porción generosa de anticuchos y sus complementos los cuales no se nombrar, al terminar El Fuchis y Lizeth caminaron por el borde de dichas Lagunas Artificiales y en una especie de capilla flotante El Fuchis tomo a Lizeth por la cintura y le dijo que le encantaba que estaba feliz de tenerla a su lado, y la beso, dicho beso fue correspondido por unos segundos por Lizeth, pero luego ella volteó la cabeza, se paró a un costado del Fuchis y le explico algo que El Fuchis jamás debió olvidar, “Fuchis yo solo te puedo ofrecer mi amistad”, El Fuchis acepto lo dicho por Lizeth, de la mano se dirigieron al Paradero de La Punta y ambos subieron a autobús que llevaría hasta La Molina, que era de donde Lizeth venia, algo lejos ¿no?, pero al Fuchis no le importaba, durante el camino de 45 minutos que duraba aquel tramo fueron abrazados, mirándose, riéndose, El Fuchis besaba la frente de Lizeth y le decía que la quería, y que estaba feliz de tenerla a su lado y haberla conocido, y tenia toda la razón, El Fuchis se había enamorado, grave error, Fuchis, tu no sirves para eso.
El Fuchis le mandaba mensajes diarios de animo a Lizeth ya que ella se deprimía mucho al recordar a Gabino, el hombre que fue su primer hombre que la protegió y la acompaño por largos 4 años que le dio seguridad, que la hizo sentir amada, y que un 16 de Agosto le rompió el corazón, para sumergirla en el mas triste de sus sufrimientos, sufrimiento que El Fuchis con el tiempo adoptaría como suyo, sufrimiento que con el tiempo El Fuchis llevaría, Lizeth estudiaba docencia, su especialidad era Estimulación Temprana para niño de 1 a 3 años, trabajaba en un nido llamado Barranquito y en las tardes trabajaba en otro nido, el cual no recuerdo como se llamaba, mientras compensaba sus estudios para poder titularse.
Llego el día de la graduación de dicho Instituto en el cual ella estudiaba, Lizeth estaba muy entusiasmada por el acontecimiento, a dicha reunión irían sus padres, tíos, y demás familiares, pero también iría el tal Gabino, ya que durante su relación este la apoyo en sus estudios, y es que Gabino era muy querido por los padres de Lizeth, este se los supo ganar, por lo que sus padres le insistían a Lizeth que volviera con el, ya que luego de un tiempo de separarse este le había propuesto retomar la relación, causándole mas de un conflicto emocional a ella. El Fuchis estaba temeroso de la presencia de Gabino en dicha graduación al llegar a su casa, el envió varios mensajes a “su Lizeth” deseándole suerte y en especial uno que decía “Me da un poco de miedo que Gabino este en tu graduación, en dichas ceremonias, uno se pone emotivo y no quiero que cometas un error, pero confió en ti y se que nada malo pasara Te quiero Lizeth, El Fuchis”. Durante esa noche no recibió llamadas de Lizeth y se durmió con el miedo que tenia, esperando saber de ella al día siguiente y así fue.

Durante la tarde del Sábado El Fuchis recibió la llamada de Lizeth, El Fuchis le pregunto que tal había estado su ceremonia, estuvo linda dijo ella, “¿Y fue Gabino?” preguntó el, a lo que ella contesto que si, que le había llevado un ramo de rosas y una carta, que luego de eso Gabino llevó a toda la familia a comer y que bebieron vino, la familia en la cena al ver que Gabino se estaba esmerando, decidió dejarlos solos y retirarse a sus casas, Gabino le pidió a Lizeth salir a caminar, en dicha caminata Gabino le dijo que aun la quería, que no la amaba, pero que la quería, se besaron, para que luego Lizeth le pidiese a Gabino que pasara la noche con ella, e hicieran el amor. El Celular de Lizeth se había quedado sin batería, luego de terminar de hacer lo suyo, Lizeth predio su Celular y recibió los mensajes que El Fuchis le había enviado, los cuales la hicieron llorar por que habían sido en vano, por que sentía que le había fallado y por que temía que El Fuchis ya no la quisiera y la dejara. El Fuchis al escuchar eso sintió que un volcán explotaba en su cabeza, sintió ganas de llorar, fumar (Que es lo que hace El Fuchis cuando esta triste, por eso fuma a cada rato), y le pidió que cortara el teléfono, al hacerlo El Fuchis salió a la calle en busca de una persona a quien abrazar, con quien llorar pero no encontró a nadie, fumando como loco retorno a su casa, e intento olvidar lo que había escuchado, pero no podía hacerlo, llorando, se durmió y otro día paso para el. Desde aquel día ya no le enviaba mensajes, no llamaba, pensaba que era en vano, estaba dolido, herido, lastimado, pero ¿por que?, ella era solo una amiga, una mas, ¿no?
Una noche Lizeth llamó al Fuchis y le pregunto por que había dejado de llamarla y de mensajearle, a lo que El Fuchis le contestó que ya no quería hacerlo que lo mejor era dejar las cosas hay, durante esta ausencia Lizeth decidió darle una nueva oportunidad a Gabino, pero solo duraron semanas, y terminó con el. Lizeth busco de nuevo al Fuchis para darle la noticia, noticia que lo alegro, El Fuchis le pidió verse de nuevo y ella acepto, volvieron a salir y de nuevo la química regreso y con ello, las ganas de amar a Lizeth, las ganas de pasar una vida con ella, El Fuchis comprendió que aun la amaba y que seguía enamorado de ella, lo cual se lo hizo saber, pero Lizeth de nuevo de dijo que lo único que le podía ofrecer, era su amistad, destruyendo en mil pedazos, las ilusiones que llevaba El Fuchis, frente a una laguna muy linda en La Molina Lizeth reveló secretos que iban clavándose como estacas en el corazón del Fuchis, una por una, palabra por palabra la fe del Fuchis se iba sumergiendo mas y mas en las profundidades de dicha laguna hasta morir en sus verdes aguas, rodeada de patillos silvestres y peces que revoloteaban en ellas.
Termino la cita, El Fuchis trataba de doparse para olvidarse de aquella chica que lo cautivo, dormía, trabajaba, dormía y trabajaba esa fue su rutina, una noche al recibir una llamada de Lizeth en la cual le pidió que escuchara la canción de Noelia “Clávame tu amor” este le dijo “Sabes me he dado cuenta de que lo nuestro nunca será, así que por lo mismo que te quiero, renuncio al amor que te tengo y aceptare mi condición de amigo, aunque me cueste, pero lo haré por ti”, a lo que Lizeth respondió “Pero no lo hagas amigo, intentémoslo, seamos enamorados”, El Fuchis se quedo mudo en su cabeza solo había un signo de interrogación gigante ¿Me esta pidiendo que sea su enamorado?, ¿Total?, no lo pensó mas y acepto, estaba feliz El Fuchis durmió sin sedantes aquella noche y se verían el Jueves de esa semana para ir a pasear a Larcomar y poder ver de nuevo a su adorada enamorada.
Al llegar el día El Fuchis se vistió de jeans y una camisa a cuadros que adoraba (Como suele vestir), espero a su amada en el cruce de la Av. Javier Prado y la Av. Arequipa, frente a un Centro Comercial de electrodomésticos, al verla bajar del autobús, el se sentía como en las nubes estaba bella como siempre, tan dulce, nada del pasado importaba en ese momento, ese instante era solo para el y nadie se lo robaría, al menos eso pensaba, la recibió con un beso el cual sintió algo forzado, la abrazo y le propuso ir a Larcomar a pasear, a lo que ella aceptó, una vez en el lugar El Fuchis se dio cuenta de que Lizeth estaba algo fría, distante, incomoda talvez, le pregunto si se sentía bien y ella dijo que si, pero su comportamiento no era el mismo, era otra Lizeth, y El Fuchis quería saber que pasaba, no aguanto mas una vez en Larcomar le pregunto que le ocurría, por que estaba así, por que no lo miraba a los ojos, por que agachaba cabeza, que le dijera que pasaba, “Me siento rara Fuchis, esto es algo nuevo para mi y debo decir que algo extraño, estar aquí y recordar que estuve con Gabino hace unos meses aquí, amándolo, verte con esa camisa a cuadros que es el tipo de camisas que usaba el” El Fuchis no sabia que decir, no sabia que hacer si salir corriendo, si vender la camisa, si tirarse al abismo de las circuito de playas, solo quería escapar, le estaban robando un sueño y lo peor le estaban robado la fe. Esa noche Lizeth terminó con El Fuchis, nuevamente este se retiró a su casa destruido cargando una cruz que no tenia por que cargar, pero que lo atraía como un imán.

Con el pasar del tiempo El Fuchis le mando un mensaje de texto al celular de Lizeth, para saber de su vida, después de todo aun eran amigos, pero esta no le contesto, Lizeth había caído enferma por un cuadro de Meningitis y se encontraba hospitalizada su situación era delicada, El Fuchis se sintió muy asustado, no quería perder a su ángel, pero el destino no los quiso separar esta vez, Lizeth se recuperó y decidió buscar ayuda especializada, comenzó a asistir al psicólogo, y una noche llamo al Fuchis, y por Dios era otra, tenia un mejor animo, se le sentía tan viva, tan optimista y eso al Fuchis lo lleno de tanta alegría, su niña estaba bien al fin, había dejado atrás ese karma tan triste del pasado. Siguieron llamándose, llego el cumpleaños del Fuchis un 30 de Mayo del 2009 Lizeth le dijo que iría a saludarlo, lo cual le dio un toque mas brillante a esa noche, “su Lizeth” estaría con el y sus mejores amigos, sus carnales como El Fuchis los llamaba, y pues así fue Lizeth llegó y estuvo con el, sus amigos y su familia en su cumpleaños, reunión que tuvo un toque de matinée, por los bocaditos, la gaseosa, la torta en medio de la mesa, era una imagen muy caricaturesca, El Fuchis estaba ebrio pero centrado, luego de unas horas Lizeth se despidió, El Fuchis la acompaño a que tome su autobús, con la promesa de verse alguna vez, y así seria se volverían a encontrar en el Parque de las Aguas en el Centro de la Capital, donde pasearon rieron y El Fuchis al declararse, nuevamente seria rechazado.

A mi parecer El Fuchis ya pecaba de ingenuo o terco, yo no me explico como un hombre puede aguantar tanto pero así era el, estaba enamorado ciegamente de aquella chica, que solo lo veía como un amigo, El Fuchis se resignó, no le quedaba de otra, pero ella de nuevo aparecía con una llamada o en el Messenger, pero aparecía, seguían conversando, hasta que un día en el Festival del Complejo Deportivo Yahuar Huaca por la celebración de los 173 años de la Provincia Constitucional del Callao, y en la presentación con menos estrellas de la Salsa conocidas que había podido tener dicho evento Lizeth estaría presente, llamo al Fuchis, planearon una coartada perfecta a fin de que Lizeth pasara la noche en casa del Fuchis y se quedara a almorzar el día Domingo siguiente. Todo estaba listo El Fuchis había planeado cada detalle, esperaba la llamada de Lizeth para confirmar su asistencia, compró las entradas, y recibió la tan esperada llamada de Lizeth, pero estaba agripada se le escuchaba tan constipada, no podría asistir a dicho evento, pero el Domingo saliendo de la misa de 10 tomaría el primer autobús al Callao y los buscaría para almorzar juntos. El evento se llevó a cabo solo puedo decir que la canción “El Tomatero”, unos jóvenes galantes pero sin dinero, y una señora ya de avanzada edad la cual estaba coqueteándole, le hizo al Fuchis la noche muy amena, retornando muy entrado en copas a las 04:00 de la mañana a su casa, y quedando profundamente dormido.
El Fuchis sintió sonar su celular a las 11:00 de la mañana que lo despertaba entre un dolor de cabeza muy fuerte y mareos, era Lizeth, estaba saliendo a su casa para almorzar, El Fuchis se levanto de un salto, tomó la escoba barrio su sala, limpio los muebles, la mesa, le pidió a su mama que cocine algo muy rico que vendría visita, su madre preparo tallarines y en la cabeza del Fuchis la canción “El Tomatero”, tomates, tallarines rojos vaya lió, en fin llego la hora Lizeth llegó, El Fuchis la recibió en el Teatro Municipal que esta a una cuadra de su casa, en dicho lugar grata fue la sorpresa de Lizeth de encontrarse con un amigo del colegio apodado “Mostaza”, el que se encontraba en el Teatro ensayando para una obra infantil que se presentaría esa tarde a las 04:00 y a la que cordialmente los invitó, pasearon por la Plaza Grau mirando el mar chalaco de la mano, tan tiernos, tan cursis, llegaron a la Punta pasearon un poco, y retornaron a la casa del Fuchis para merendar, almorzaron y se dirigieron al Teatro Municipal donde el popular Mostaza actuaría en el estelar papel del villano de la obra, durante la obra El Fuchis miraba a Lizeth y se reían, juntaban narices, y se besaron, eran los besos mas ricos que El Fuchis sentía después de mucho tiempo, “¿Enamorados?” pregunto el, a lo que Lizeth dijo que si, un beso apasionado sello el pacto, y vieron juntos la obra en la cual el amigo de Lizeth “Mostaza” solo dijo “NO” en 2 largas horas de actuación solo dijo eso, y encima luego de hacerlo recibió un apanado, no se si era parte del libreto o lo hicieron por que se olvido lo demás que tenia que decir, pero así paso.
Al salir del Teatro, paseamos por la Av. Sáenz Peña, y vaya casualidad Lizeth se encontró con la chica que la acompaño a conocerme hace unos años en el Ovalo Bolognesi, Roxana era su nombre la cual nos vio y puso cara de “Juat?” me presentó como su enamorado, yo sacaba pecho, orgulloso de tener a la enamorada mas linda del mundo, se despidió, caminamos, retornamos a mi casa para seguir con las caricias, y luego de unos minutos embarcarla en su autobús con destino a La Molina, no sin antes decirle que nos veríamos el Jueves, pero que esta vez iría yo a La Molina.

Al día siguiente El Fuchis llamo a las 2:00 de la tarde a su amada para saber como estaba, pero esta sonó algo fría, un sentimiento de miedo volvió a invadir al Fuchis, lo mismo ocurrió el martes y el Miércoles, durante esa noche del Miércoles El Fuchis no durmió casi nada, pensado que debería hacer, había luchado y sufrido tanto para conquistar a esa chica, y ahora que la tenia no sabia que hacer, si seguir adelante, o no, si estaba forzando la relación, decidió pedirle consejos a sus seres mas cercanos, pero ninguna respuesta lo convencía, estaba triste, nervioso, llego la tarde salio con rumbo a la Av. La Molina un trayecto que le tomo 2 largas horas en las que solo pensaba en ella, y en que haría al llegar, una vez en el lugar se encontró con ella, vestía un buzo azul marino, un polo del nido en el que trabajaba y una chaqueta negra, Lizeth le había pedido por favor al Fuchis que averiguara el estado de una propiedad de su familia en la Urb. Los Jazmines en el Callao y se le entregó, caminaron hacia un parque a media luz, charlaron un poco y El Fuchis le pregunto “Lizeth te sientes bien?” le pregunto si estaba segura de la relación, a lo que Lizeth le contesto que si, pero que ella no lo quería como el a ella, que tal vez con el tiempo las cosas se darían, pero esta respuesta no convenció al Fuchis, así que el decidió terminar la relación, “Eso es lo que quieres?” pregunto ella, el no sabia que hacer solo quería escapar del lugar, salir corriendo, como un cobarde, por que así se sentía, Lizeth lo acompaño hasta la Urb. Los Frutales, donde tomaría su carro con rumbo al Callao, un beso surgió en el camino pero no era un beso mas, El Fuchis sabia que era el beso del Adiós, el punto final a todo esto, “Eres un tonto” dijo ella taladrando un silencio podrido de latir como diría Joaquín Sabina, antes de tomar su autobús, El Fuchis le entrego una carta a Lizeth, pidiéndole que la lea al llegar a su casa, ambos cabizbajos se despidieron, Lizeth al llegar a su casa, leyó la carta la cual decía:

Callao, 27 de Agosto del 2009

Para Lizeth:

Tengo en mi cabeza mil cosas que decirte y todas se atoran en mi boca al intentar salir, por un lado me siento muy emocionado, feliz, enamorado de ti y con ganas de demostrarte cada segundo del día cuanto te amo, y es que ese Domingo 23 para mi fue genial, estabas tan fresca, tan alegre, se te veía tan optimista, pero conforme han pasado los días te vengo notando algo temerosa y hasta siento que al llamarte te incomodo; al preguntarte que te pasa me dices que es por que te sientes extraña, que esto es algo nuevo para ti, y lo entiendo, pero es lo mismo que me dijiste hace unos meses en Larcomar.

Esta carta mas que contarte la ilusión que tengo, es tal vez la ultima que te escriba, y es que no puedo seguir así fingiendo estar feliz y con esta sensación de miedo que no me ha dejado estar bien ni en mi trabajo ni en mi casa, yo estoy muy enamorado de ti sabes? Pero no puedo obligarte a que me quieras, por que me estoy dando cuenta que no va a pasar.

De lo único que estoy seguro es que esta relación mas que hacerme un bien, me esta haciendo un enorme daño, por que al final la frustración que deja el cortar el teléfono cuando te llamo y saberte así es terrible y duele, duele un montón.

Pensé que esto seria diferente, bueno así parecía que seria pero no; es la misma cosa de la ultima vez, así que no quiero hacerla mas trágica y prefiero terminar esto definitivamente, y para siempre por que ya estoy cansado de esto, por que no se pueden forzar las cosas y por que me estoy lastimando en vano.

Quisiera decirte que mañana me llamaras y estaré de buen humor en este momento estoy en mi oficina y la gente me mira por que tengo los ojos húmedos y estoy fumando como chino en quiebra, y es que en verdad te quiero demasiado, pero no te culpo de no hacerlo y te entiendo.

Solo te pido alejarnos por un tiempo, así como me enamore de ti ahora quiero olvidarme un poco de ti también, y así olvidar lo que siento por ti, y empezar de 0 pero dentro de un tiempo.
No lo tomes como un Adiós, solo un hasta pronto, solo quiero dejar un toque las cosas hay por que no me siento nada bien. Ojala un día te enamores, y que esta vez sea diferente y sea para siempre, ya no quiero seguir escribiendo nada, así que esto será todo, gracias por la segunda oportunidad, aunque no fue lo que esperaba debo decir que hiciste lo mejor que pudiste no?

Si al leer esta carta yo ya me fui, no intentes contestarla, ni mandar un mensaje ni nada, simplemente desaparece por un tiempo y cuando me sienta listo estaré de nuevo como el Fuchis de hace 6 años, el que nunca debió dejar de ser, esa voz que te levantaba y te alegraba las noches, sin tener que sentir nada por ti, ni vivir tus problemas y tus dudas como ahora lo hago, y si esto implica que el habernos conocido halla sido un error, pues asumo la responsabilidad de mis actos y creo que ya lo estoy pagando, así que solo dame tiempo y silencio, que yo me encargare de olvidarme de esto y buscar a esa amiga que deje hace mucho y volver a ser su amigo.

Gracias por todo aunque esto me duele, en verdad me has dado una lección que prefiero reservarme, pero que ya sabia y solo quería corroborar que Daniel F tenia razón amiga….La esperanza es mierda a colores…….y que la teoría de Murphy es correcta, “Todo aquello que empieza mal, solo acabara peor”.

Las dolencias de mi alma no llevan tu nombre, solo nombran un error que cometí y del que no te culpo, si fui un tonto al amarte pues me considero un tonto, y perdóname por todo esto.
Quisiera decirte que irme me duele, pero creo que mas me duele estar a tu lado por ahora y de esa forma, cuídate mucho, y se que en el fondo no me necesitas, solo necesitas darte un chance tu misma y no dárselos a otras personas.

Me despediría con un Te quiero…pero de que sirve no?
El Fuchis.

No se si este sea un final feliz, para El Fuchis no lo era, era renunciar a un ángel llamado Lizeth, renunciar a sus emociones, y a un amor que lo había llevado a espacios inimaginables para el, finalmente, y digo finalmente por que para el era el final, El Fuchis retornó a su casa triste derrotado pensando si había hecho lo correcto si seria fácil olvidarse de ella, pensando que tal vez el era el que estaba renunciando a ella, abrió su puerta, saludo a su madre y a su padre con un beso en la cabeza, entro al cuarto de Andrea su hija, le acomodo la colcha de la cama donde dormía, le dijo “Te quiero hijita”, y se encerró en su cuarto, durmiendo con su eterna amante, La Soledad.

Arturo.

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